jueves, 29 de septiembre de 2011

Aprtes de Rega

“CUESTIÓN DE ACTITUD”


                                                    (Domingo XXVI durante el año - 25 09 11)

                                                                       Mt. 21, 28-32

“¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Jesús advierte a los máximos dirigentes que el punto de referencia y la seguridad del pueblo no es el templo y el esplendor de su culto, sino la actitud que se adopte frente a la voluntad de Dios que es la fuente de la salvación para los hombres y de la identidad del pueblo de Dios.
La predicación profética insistía una y otra vez en que sólo en el encuentro y realización de esa voluntad se garantizaba la pervivencia del pueblo y su significación”[1].

Así, queda planteado el mensaje de fondo que Jesús quiere dar a los dirigentes del pueblo, con la parábola de los dos hijos enviados a trabajar en la viña.
Lo que cuenta es la actitud que se adquiere ante la voluntad de Dios. Advierte a unos que no basta decir “Sí, voy”, y quedarse en palabras o estancados en un primer entusiasmo, o pensar que el esplendor de un momento se conservará siempre, que todo se resuelve ”de una”.

Y da la Buena Noticia a otros, que siempre hay oportunidad, siempre hay chance. Los que dijeron “No, no voy”, pero luego fueron, reciben el don del Reino, se “adelantan” dice Jesús. Y el ejemplo se muestra bien radical, al identificar a los que dijeron Si y no fueron con los piadosos dirigentes del pueblo, e identificar con los que de dijeron No, pero luego fueron, y se adelantan, con los peores del pueblo: publicanos y prostitutas.

Nuevamente la Buena Noticia del la Misericordia, del Don, de la Gratuidad de Dios irrumpen en nuestra vida, y se nos recuerdan hoy.

Ante Dios, siempre hay chances, siempre hay una nueva oportunidad. Siempre es tiempo de decir SI, aunque en un momento se haya dicho NO.

Es tiempo de recapacitar si uno se ha instalado en un SI, sólo de palabra o que ha quedado en el entusiasmo de los inicios o si está en una actitud de entender la dinámica del Reino, de la fe, como una especie de “piñón fijo”, creyendo que es algo que se logra con un Sí que se da una vez y permanece inmutable para siempre y no debo preocuparme de su desarrollo dinámico de acuerdo a lo que voy viviendo y se me va planteando en la vida.

Hoy es día de recuperar esta Buena Noticia para tu vida: ante Dios siempre hay chances de decir SI. Dios ofrece el Don de su Reino a quien se dispone recibirlo con corazón sincero y generoso. A quien pone el centro en el Señor y su Don y no en sí mismo. Algunas preguntas para el camino:

Recuerdas los momentos en que has dicho SI al Señor? Cuáles son los grandes SI de tu vida?

Recuerdas los momentos en que le dijiste NO al Señor? Cuáles son los NO de tu vida?

Hoy es tiempo de nueva chance, aprovéchalo: cuál NO de tu vida, hoy podrías convertir en un SI?

Para que el Don se pueda recibir tiene que encontrar un corazón abierto, libre, humilde, agradecido, con ganas de compromiso.

En el fondo, como magistralmente canta Fito Paéz: “Es una cuestión de actitud; reírse del fracaso y del oro, no tener nada y tenerlo todo”. Probablemente, éste músico contemporáneo no pensaba en esto del Reino que dice Jesús, pero sí, dice una verdad vital, que el Evangelio por ser vida para el hombre, obviamente recoge y amplifica.

Recibir el Reino, decir SI a su Don, no es vivir la fe como un “piñón fijo”, es “cuestión de actitud” ante la vida, que por definición es dinámica e inacabada, nunca estática y menos perfecta.



[1] http://dominicos.org/predicacion/homilias/25-09-2011/comentario-biblico/gerardo-sanchez-mielgo--





                                                                                    Raúl Garcia sdb

                              - Comprometido en el sagrado arte de acompañar a los jóvenes
          "Por favor, perdón y gracias. Tres palabras mágicas para la vida y el corazón"

                                                                      http://alcalordelazarza.blogspot.com/

lunes, 12 de septiembre de 2011

Aprortes de Raul Garcia sdb

PALABRAS MÁGICAS PARA LA VIDA Y EL CORAZÓN

(Domingo XXIV durante el ano – 11 09 11) Mt 18, 21-35

“Por favor, perdón y gracias, tres palabras mágicas para la vida y el corazón”, es una verdad dicha de manera magistral por León Gieco en una de sus canciones.
Jesús, hoy, nos da la Buena Noticia de una de ellas: el perdón. Nos recuerda la Buena Noticia del Perdón.

El perdón anunciado por Jesús es Buena Noticia, porque da luz sobre nuestra experiencia humana de la culpa, de la ofensa, de la fragilidad, del fracaso, de las heridas…Por el perdón es posible la reconciliación a nivel personal, comunitario y con Dios.
Somos seres necesitados de Reconciliación y Perdón. Sólo por ellos llegamos a sanar nuestras heridas y crecer en la comunión, cumbre del amor.
El perdón es un don divino. Que necesita nuestra colaboración y disposición. Necesita fundamentalmente “cambiar el chip” de nuestra vinculación con nosotros mismos, con los hermanos, con Dios.
Nuestro “automático”, tiende a reaccionar a la ofensa con la ofensa, al agravio con la venganza. Reaccionamos desde la adversidad y desde la competencia. Cambiar nuestra lógica de reacción es asumir la lógica de Dios que siempre perdona (ese es el sentido de “hasta setenta veces siete”). Centrarse en la herida y la debilidad, capaz de generar la compasión.

“Perdonar no significa por mi parte un gesto de debilidad sino una manifestación de mi libertad y fortaleza. Sino perdono, el otro sigue ejerciendo poder sobre mí. El perdón me libera de ese poder extraño porque el otro ya no es un adversario sino un individuo herido y perturbado, incapaz de obrar de otra manera”, dice Anselm Grun.
El perdón es un don de Dios, unido al perdón a los hermanos y al perdón a uno mismo. El perdón empieza por casa.

Aquí solo, remarcamos, que el perdón comienza por casa. La aceptación del don del perdón parte de nuestra aceptación y comprensión del mismo cuando los experimentamos hacia nosotros mismos.
Anselm Grun, en su libro titulado “Si aceptas perdonarte, perdonarás”, dice:

“Cualquier persona sana aspira a vivir en paz consigo misma y con quienes la rodean, Sin embargo la experiencia nos muestra que nadie da lo que no tiene; quien no está pacificado difícilmente pueda transmitir paz y quien no se siente perdonado tampoco puede perdonar. Muchas veces nuestro peor enemigo está en nuestro interior. Por eso urge una propia reconciliación; reconciliación con nuestra historia, con nuestra familia, con el mal que nos ha ocasionado la sociedad o nuestro grupo, con nosotros mismos. Sólo así podremos perdonar”.


Para finalizar, unas preguntas para seguir meditando la realidad del perdón en nuestra vida:

¿Qué necesito perdonarme a mi mismo?

¿A quién / Qué necesito perdonar al prójimo?

¿Cómo estoy en relación al Sacramento de la Reconciliación?.

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Raúl Rega

- Comprometido en el sagrado arte de acompañar a los jóvenes -

"Por favor, perdón y gracias. Tres palabras mágicas para la vida y el corazón"


jueves, 1 de septiembre de 2011

JESÚS, NUESTRO MEJOR ESPEJO

JESÚS, NUESTRO MEJOR ESPEJO

(Domingos XXI y XXII – 21 y 28 de agosto)

En Cesarea de Filipo, Jesús pregunta a sus discípulos “qué dice la gente de Él?, para llegar, luego, a preguntarles a los discípulos: “Y ustedes quién dice que Soy?”. Pedro contesta: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”, lo cual le gana la alabanza de Jesús.

Pero lo más interesante, la Buena Noticia escondida es que cuando Pedro reconoce a Jesús se abre la posibilidad de reconocerse a sí mismo. A la afirmación de Pedro acerca de quién es Jesús, corresponde inmediatamente la afirmación de Jesús: “Y Tú eres Pedro…”.

Cuando Pedro logra responder la pregunta acerca de quien Jesús, responde la pregunta más honda suya: quién soy yo?.

Por eso Jesús es Buena Noticia. Así como Pedro, nosotros necesitamos responder en algún momento la pregunta: quién soy yo? Hasta que no la responda andaré inquieto, perdido, o desorientado. Es una pregunta dinámica, que se replanteará en los distintos momentos de nuestra vida, que adquirirá más profundidad y formas según el paso de los años y las circunstancias. Ahí está Buena Notica del domingo pasado: Jesús es buena noticia porque responde a nuestras preguntas más radicales, es fuente de sentido para nosotros, cuando lo reconocemos nos reconocemos a nosotros mismos. La tarea nuestra será conectar la respuesta acerca de quién es Jesús con la pregunta acerca de quién soy Yo. Hasta que esa conexión no se de, puede que Jesús no adquiera la fuerza y la pasión que se necesita para ser sus discípulos y decirle con el colorido de nuestra vida: “Tú eres el Mesías, mi Mesías, el Hijo de Dios”. Jesús es nuestro mejor espejo, allí sabemos quiénes somos.

El Evangelio de hoy, nos presenta la continuación del diálogo anterior. Jesús anuncia que Él debe padecer, sufrir y morir, resucitar. Pedro razona con lógica humana, y lo reprende diciéndole que eso no puede pasarle. Y se liga el rezongo de Jesús, el peor de todos “Apártate de mi Satanás, porque eres un obstáculo para mí, piensas como los hombres y no como Dios”.

Pedro razona como lo harías tu o yo. Si Jesús es el Mesías, cómo va a pasarle esas cosas? No se supone que deba triunfar?. Y aquí está la clave de hoy: Jesús es un Mesías con Cruz. Un Mesías sufriente. Un Mesías que por amor pasa por el dolor. Jesús nuestro mejor espejo nos muestra el auténtico amor, el “ágape” cristiano: la decisión de entregar la vida hasta el fin, pasando por la entrega total y sufriente. Jesús no es un superhéroe al estilo moderno, ni un masoquista. Jesús es un Mesías sufriente. Un Mesías, que lo es justamente porque salva de todo lo que nos bloquea, y por eso no podría pasar de largo por la realidad del dolor y del fracaso, condimento de la vida.

Jesús rompe esquemas: nos imaginamos el dolor, el fracaso, todo eso que denominamos como Cruz, como lugar de triunfo?. Más en esta sociedad moderna, posmoderna, que propone la felicidad en el éxito triunfal, que huye de la experiencia humana del fracaso, que se hace analgésica al dolor, y muy abúlica al sacrificio y la abnegación propia de la entrega amorosa auténtica.

Jesús dice hoy que la vida se logra, se realiza, se hace plena, feliz cuando se entrega por Él y por el Evangelio. Sólo en el amor se logra la plenitud de vida. La entrega amorosa según su modelo.

El amor pasa por la cruz. No hay amor sin dolor. Aquí recordamos la magistral frase de Madre Teresa de Calcuta: “Ama hasta que duela. Si duele es una buena señal”.

Pues bien, hoy la Buena Noticia, es que si entregas la vida poo Jesús y el Evangelio habrás logrado su plenitud. Que la condición es cargar con la Cruz. Que el auténtico amor carga con el dolor que le viene. Y que puede transformar ese dolor.

De aquí surgen muchas preguntas que te dejo para seguir meditando:

¿Buscas responder a la pregunta por quién soy yo y las que le son afines con la pregunta acerca de quién es Jesús? Cómo está tal conexión entre lo que Jesús te ofrece y los reclamos más profundos de tu corazón? Buscas esa conexión?

¿Cómo vives el convencimiento de que la vida se logra, se realiza, se encuentra por el amor, dándola?

¿Cómo tienes integrada la Cruz dentro de esa opción de amor? Te duele amar?

¿Experimentas el fracaso, las situaciones de dolor, de oscuridad, como lugares de triunfo, así como la Cruz fue lugar de triunfo del Mesías Jesús? Cuál es tu “idea” de éxito?

Te confieso que, desde que descubrí que el amor al estilo de Jesús es lo que plenifica mi vida, busco vivir desde esa fuente. También me he dado cuenta que hay que cargar la cruz, cosa que trato. Compruebo que si nos largamos a amar, experimentamos el dolor. Pero también el gozo. El amor esta hecho de gozo y dolor. Personalmente en momentos de Cruz, pasando por ella, he tenido los gozos más grandes de mi vida de encuentro con el Señor.

Pues bien, hoy te invito a “no sacarle el cuerpo a la cruz”, sino, vivir decidido en el amor, asumir la cruz que nos toque, y hacerla fecunda, fuente de Resurrección. Y haremos como Jesús: pondremos patas para arriba la idea de éxito que hoy nuestra sociedad maneja y a veces se nos cuela si no estamos atento. Que también sea nuestra la “victoria que nace del Crucificado”, nuestro mejor espejo.



Raúl Rega

- Comprometido en el sagrado arte de acompañar a los jóvenes -
"Por favor, perdón y gracias. Tres palabras mágicas para la vida y el corazón"

Directorio para la catequesis 1

  Directorio para la Catequesis. Capítulo 1 Terminamos rezando.