martes, 17 de noviembre de 2009

¿POR QUÉ NOS SANTIGUAMOS?

Realizar el gesto de la señal de la cruz no es suficiente si no va acompañado de otros gestos que tiene que ver con nuestra condición de creyentes
Autor: Padre Oscar Pezzarini | Fuente: www.feliceslosninos.org


Es común ver a mucha gente realizar lo que llamamos “santiguarse”, es decir hacer la señal de la cruz, que es la señal del cristiano, es decir de aquel que cree en Jesús y en lo que Él nos ha revelado.

Esta señal la hacemos cada vez que comenzamos una Oración, quizás al comienzo y al final del día, pero también vemos que muchos la realizan ante determinados momentos importantes que están por vivir, o antes de comenzar alguna actividad. Ahora, pregunto: ¿Saben realmente lo que están haciendo, saben lo que significa?

El realizar esta acción no es otra cosa que invocar a Dios en su realidad, tal como nos la ha revelado Jesús y que además constituye el gran “misterio de nuestra fe” y lo que nos identifica.

¿Al realizar la señal de la cruz, sabemos y somos conscientes de que con este signo de la cruz sobre nuestro cuerpo, manifestamos nuestra fe en la obra redentora de Jesús?

¿Al realizar la señal de la cruz, sabemos que este acto de fe en la Santísima Trinidad nos compromete no sólo a creer en ella, sino a tratar de vivir de acuerdo con su voluntad?

¿Todos los que realizamos la señal de la cruz sobre nuestra persona, estamos de acuerdo en el compromiso que significa el creer en Dios y en su realidad más íntima y profunda, y que por lo tanto eso nos compromete de una manera especial en nuestra vida?

La señal de la cruz es la señal del cristiano, por lo tanto, al hacerla estamos identificándonos con Cristo, con su vida, sus palabras y sus enseñanzas, y debemos tratar de vivir de acuerdo con ello. ¿Somos conscientes de eso?

Me pregunto si muchas veces quienes nos proclamamos cristianos no estamos realizando gestos (como el de la señal de la cruz) por una simple costumbre, a veces con una gran mezcla de “superstición”, quizás creyendo que la “protección” del Señor es casi como algo “mágico” que nos vendrá sólo por un simple gesto que podamos realizar, y nos olvidamos que nuestro seguimiento de Jesús implica un compromiso de toda nuestra vida y que por lo tanto nuestros actos deben reflejar esa fe que tenemos siguiendo el camino que Él nos ha señalado.

El realizar el gesto de la señal de la cruz, sin dudas que no es suficiente si no va acompañado de otros gestos que tiene que ver con nuestra condición de creyentes. Gestos de acercamiento al que sufre, gestos de amor con quien está necesitado, gestos que signifique respeto a la vida de los demás, ya que Jesús nos enseñó que para ser sus discípulos y que así los demás puedan identificarnos como seguidores suyos, debemos “amarnos los unos a los otros”, y no quedarnos “simplemente tranquilos” porque realizamos determinados gestos, pero que sin el compromiso con los demás, quedarán vacíos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

DECÁLOGO DE LA SOLIDARIDAD CRISTIANA


1.- No dejes de mirar y de escuchar. Busca a quienes más les afecta la crisis. Mira como mira Jesús.
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 9,30-37: Los discípulos de Emaús)

2.- Asume como tuya la preferencia de Jesús por los que sufren. No dejes de mirar y de escuchar. Busca a quienes más les afecta la crisis. Mira como mira Jesús.
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 9,38-43: Quien no está contra nosotros, está con nosotros)

3.- La sociedad está adormecida. Asume tu responsabilidad y fórmate. Tu opinión es importante.
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 10,2-16: ¿Qué os enseñó Moisés?... Yo os enseño…)

4.- Cambia tu vida para cambiar el mundo.
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 10,17-30: Jesús y el joven rico)

5.- Recuerda: “Por sus obras los conoceréis”. ¿Qué estás haciendo?
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 10,35-45: Los primeros y los últimos en el Reino)

6.- Educa a tus hijos, amigos y compañeros para que compartan, vivan solidariamente y acepten a todos. (Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 10,46-52: Bartimeo, el mendigo ciego sentado junto al camino)

7.- Reduce los gastos superfluos y no para engrosar tu cuenta de ahorros. Comparte. Lo apetecible no es siempre imprescindible.
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 5,1-12: Bienaventurados los pobres)

8.- Promueve en tu comunidad el bien común, especialmente hacia los más necesitados. Y siempre por encima de intereses particulares. (Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 12, 38-44: Llegó una viuda pobres… y echó las dos monedas que tenía)

9.- Si eres empresario, ahora no despidas, aunque esto te suponga ganar solo lo necesario. Si eres trabajador, haz bien tu trabajo.
(Iluminación en la Palabra de Dios: Marcos 13,24-32: Estad atentos y vigilad )

10.- Apoya los movimientos, plataformas y estructuras sociales que reclaman y/o favorecen los derechos de los más afectados por la crisis y la Justicia (Banca, Ética, Comercio Justo, ONGs…).
(Iluminación en la Palabra de Dios: Juan 18,33-37: Mi Reino no es de este mundo) Archidiócesis de Valladolid

sábado, 19 de septiembre de 2009



4) Libera tu vida de todo lo que sea desamor, crítica destructiva, discordia, división... vive la verdad del amor y nunca pongas limite a tu entrega. La vocación de educador exige "alma de pobre" para reconocer en todos al hermano que necesita ser amado. Capacidad constante de perdón, búsqueda constante de justicia, verdad y paz.


5) Vive reconciliado. Busca la paz interior. Haz oración. Recuerda siempre que el Señor camina contigo. El es tu fuerza, el motivo de tu confianza. Detrás de cada problema, de cada diálogo, de cada dificultad propia o ajena, encontrarás, si te paras a mirar, el rostro atento de Jesús que te dice: "No temas, soy yo, estoy contigo". Sé exigente contigo mismo pero también debes aprender a perdonarte, aceptar tu cansancio y tus caídas. Es importante que vivas siempre reconciliado contigo mismo.Y vive la reconciliación con los demás. Crea comunión en tu entorno, que predomine en ti la disponibilidad cordial y acogedora, la comprensión y la alegría comunicativa y esperanzada. Que todos puedan encontrar en ti la mano amiga que hace más llevadero el camino de la vida. Que tus palabras sean siempre de aliento y de amistad. Renuncia a las palabras duras e hirientes. No juzgues, no midas, nunca dejes a nadie por imposible, nunca creas que conoces demasiado a las personas que Dios pone en tus manos. Confía en las personas, recuerda siempre que en todos hay un "rincón" de bondad escondido entre las apariencias... y si no lo descubres piensa que tus ojos no pueden ver con claridad a causa de los prejuicios o de las opiniones de los demás. Procura dirigir tu mirada a esta bondad que hay en el corazón de toda persona humana. Sólo, así, podrás vivir reconciliado.Vivir la reconciliación fraterna es condición necesaria para responder con fidelidad a tu vocación de educador. No podrás mirar a Dios si no puedes mirar con amor a tus hermanos. No podrás escuchar a Dios, si no los escuchas a ellos. No podrás vivir en comunión con Dios si no estás en comunión con todos


6) Ama la naturaleza. El sol, el aire, los árboles, la tierra... Son obras del Señor. Descubre su mano y su presencia en la creación. Vive reconciliado con la tierra y así encontrarás en ella un motivo para alabar al Creador en todas sus criaturas. El amor a la naturaleza te llevará a vivir en la sencillez y en la simplicidad de un espíritu abierto, amplio y acogedor. Ama también el expresivo silencio de la naturaleza, aprende su belleza y recrea en tu vida su serenidad para que puedas renovar constantemente tu diálogo con Dios y con los hermanos.

sábado, 5 de septiembre de 2009



DECÁLOGO PARA UN CATEQUISTA CRISTIANO.



1) Ten confianza pues es el Señor quien te dice:
No temas que yo te he elegido, te he llamado por tu nombre. Tu eres mío. Si pasas por aguas profundas yo estoy contigo, si cruzas grandes ríos no te anegarán. Si pasas por el fuego no te quemarás, ni las llamas te consumirán. Porque yo soy tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. Eres precioso a mis ojos, eres estimado, yo te amo. No temas que yo estoy contigo. (Is. 43, 1-5)
Medita detenidamente estas palabras. Grábalas en tu corazón. Tú no eres uno más para Dios. Eres tú... El Señor ha venido a tu orilla, sonriendo; y mirándote a los ojos ha dicho tu nombre. El es quien sale a tu encuentro, establece un "pacto" de amistad contigo para enseñarte a amar, a ser radicalmente solidario con todos los hombres y, sobre todo, con los más necesitados, con los más pobres de la tierra.


2) Carga con tu cruz. La cruz que hay en tu vida... La cruz de los demás. El camino que abre la tarea de educar exige solidaridad radical contigo mismo y con los hermanos. Piensa que no podrás formar a los demás si no buscas respuestas adecuadas a tus heridas y las heridas de tus hermanos.


3) Conócete. Acepta con paz tus limitaciones y confía. Deja a un lado tus temores, tus miedos, tus desconfianzas e inseguridades .... "Descalza tu vida" de todo lo que sea egoísmo. Deja tus mediocridades, tu deseo de comodidad, tu preocupación por no complicarte excesivamente la vida. "Descalza tu vida" y ten un corazón simple como un niño, grande y fuerte como de madre, un corazón que acoge y que a todos se entrega. "Descalza tu vida". El camino de la educación exige purificación constante. Que puedas mirarlo todo con ojos limpios. Sólo con ellos verás a Dios y el verdadero rostro de los hermanos. Busca y ama la sencillez, la simplicidad y la transparencia. Renuncia a las dobles intenciones, a la doble vida. Aprende a mirar a los ojos, "cara a cara". "Descalza tu vida" para poder ser sensible. Aprende a vivir desde los pequeños detalles. Sensibilidad para descubrir las pequeñas manifestaciones de amor, de generosidad, de libertad... pero, también de egoísmo, de dolor, de esclavitud... Aprende a traducir los pequeños detalles en llamadas al compromiso y a la entrega.

viernes, 26 de junio de 2009






Educar desde EMAUS

NUESTRO AGUINALDO

Que nuestra familia SALESIANA, sea un basto movimiento de personas, dedicadas a la salvación de los jóvenes.
La experiencia de CAMINO

EDUCAR DESDE LA COTIDIANIDAD
(Lc. 24 – 13) “Aquel mismo día iban dos de los discípulos de Jesús a un pueblo llamado Emaús, mientras caminaban, iban conversando sobre lo que le había sucedido a Jesús”...
En nuestra actividad, nos involucramos con nuestros chicos desde la cotidianidad de sus vidas, desde su caminar, en el aula, en el patio, en los juegos y con su HISTORIA PERSONAL.

LA EXPERIENCIA DE ACERCAMIENTO
(Lc. 24-15) “Y sucedió que, mientras ellos conversaban, el mismo Jesús se les acercó y siguió con ellos su camino”…
La experiencia de animación, de docencia, de catecumenado, es una necesaria demostración de ese PONERSE EN CAMINO con nuestros chicos.
¡Jesús nos enseña, se acercó, se puso al “tranco”, los acompañó.

TOMAR LA PALABRA. INVOLUCRARSE
(Lc. 24-17). “…tomando la palabra, Jesús les preguntó:
¿de qué vienen hablando?”…
Meterse en las cosas de los gurises, querer involucrarse, querer saber en que andan, es una hermosa cualidad que Lucas nos deja en este texto.
Jesús se quiso hacer parte de los gozos, esperanzas y sufrimientos de aquellos caminantes. Tomó la iniciativa, buscó el momento, y se dio su lugar entre ellos.

RESPUESTA
(Lc. 24-18) “Uno de ellos, llamado Cleofás, tomando la palabra, respondió a sus inquietudes”…
No necesariamente obtendremos una respuesta satisfactoria de todos a quienes nos acerquemos. Lo importante es estar atentos, a quién se nos quiera abrir, a compartir su experiencia.

ESCUCHA
(Lc.24-10) “ y le contaron lo sucedido a Jesús, el nazareno”…
Escuchar, con atención, con interés, incluso sabiendo lo ocurrido de antemano. Cada uno tiene una visión de las cosas distinta de la visión que tienen los demás. Aunque mi visión no sea compartida por la del chico o colega, DEBO HACER AL IGUAL QUE JESÚS el ejercicio de escuchar al otro, de atenderlo.

INTERVENIR DAR RESPUESTA
(Lc. 24-27) “Luego de escucharlos atentamente, procedió a explicarles lo ocurrido, empezando por lo que ya estaba escrito ”…
Como animadores, asistentes, catequistas y docentes debemos dar respuesta a las inquietudes de nuestros chicos. debemos hacerlo desde nuestra experiencia personal (tal como lo hizo Jesús) con un fundamento doctrinal (la escritura) desde nuestro carisma (el sistema preventivo) y desde lo profesional (en función a nuestro rol)

GANAR UN LUGAR
(Lc.24-28) ”Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo el amague de seguir adelante, pero le insistieron para que se quede con ellos”…
Ganar un lugar no siempre es fácil. Exige compromiso, dedicación, escucha.
A veces debemos seguir de largo, hacer el amague.
Es probable, que, de haber ganado un lugar junto a los chicos ellos intente, que nos quedemos con ellos.

CELEBRAR EL ENCUENTRO

(Lc.24-30) “Mientras estaba a la mesa con ellos, tomó pan, lo bendijo y se los dio”… ”en ese momento se abrieron sus ojos y lo reconocieron”
El momento más importante del camino termina con la CELEBRACIÓN COMUNITARIA. Jesús congrega alrededor del pan,
llama a la mesa, bendice. Al final del camino todos juntos celebramos el encuentro.

domingo, 5 de abril de 2009

LA PASCUA

La fiesta principal de la Iglesia.

Los invito a realizar por estos día, un recorrido a través de la historia, que nos lleva a conocer de donde y como surgen alguno de nuestros más valiosos tiémpos litúrgicos. En esta entrega comenzaremos a analizar LA PASCUA, fiesta por excelencia de la tradicón JUDEO CRISTIANA.


La pascua es la fiesta principal y mas antigua de los cristianos. Es el corazón del año litúrgico. León I la llama la fiesta mayor (festum festorum), y dice que la Navidad se celebra en preparación para la Pascua (Sermón xvii en Exodum).
La pascua conmemora la Resurrección del Cordero Inmolado: Jesucristo. Manifiesta la victoria ganada en la Cruz por Jesús sobre el demonio. Los hombres estábamos bajo la esclavitud de Satanás pero en Cristo tenemos vida nueva.
La fiesta de la Pascua vincula el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Hay una continuidad histórica y religiosa entre La Pascua judía y la cristiana ya que Cristo murió el primer día de la fiesta judía de la Pascua, que celebra la liberación por mano de Dios del pueblo judío de la esclavitud de Egipto.
Tiene además un profundo simbolismo ya que la muerte de Jesucristo cumple la Antigua Ley, sobre todo en lo referente al cordero pascual que los judíos comen la noche víspera del 14 de Nisan. Cristo, es inmolado el mismo día de la pascua judía, en que se inmolaban los corderos en el templo. Jesús es el Cordero Pascual que nos libera del pecado. Por eso nuestra pascua, como la judía recuerda el paso de Israel por el Mar Rojo, el cordero pascual, la columna de fuego que guiaba a Israel, etc. Pero ahora con un significado mas completo.

lunes, 30 de marzo de 2009

PENSAR LA CATEQUESIS


LA PERSONA DEL CATEQUISTA

LA PEDAGOGÍA DE DIOS
Comenzamos a enriqueser este espacio de catequesis virtual con algunas reflexiones que no bien mal tener en cuenta. Si bien en este caso me dirijo específicamente a los catequistas, no quita que la reflexión pueda ser para todos los agentes pastorales del colegio y sus destinatarios.

Para este espacio, comenzaré a profundizar algunos documentos bien interesantes de ser tenidos en cuneta por el colectivo catequista: Entre ellos el Directorio General para la Catequesis. Los criterios orientadores para la catequesis en América Latina y las orientaciones de la Conferencia Episcopal Uruguaya para los catequistas.
El catequista está llamado no sólo a "saber" sino también a saber transmitir su experiencia de fe y es aquí donde entra en juego la Pedagogía.
Las actitudes básicas que han de configurar nuestra pedagogía son las mismas que Dios manifiesta al revelarse a los hombres. Por esto fijemos nuestra atención en la Pedagogía de Dios:
Para atender a una pedagogía propia de la catequesis y de la evangelización, debemos recurrir a la fuente de todas las pedagogías. Dios mismo, es en si y en su forma de manifestarse una escuela de catequesis. Hablar de la pedagogía de Dios, es hablar de la forma con la que él se revela, es hablar de la forma en que él se da a conocer.
Un primer elemento que descubrimos en su pedagógica revelación para con el hombre es la forma en que elige un pueblo para sí. La iniciativa parte desde él, él elige a su pueblo, y el le enseña a caminar:

Enseñé a Efraín a caminar, tomándole por los brazos.. ..con lazos humanos los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer… (Os. 11, 3 – 4)

Dios ofrece con amor lo que tiene reservado al ser humano; él mismo es el amor. Esto podría llamarse el alma de la pedagogía divina. Amor que humaniza y dignifica; que hermana y promueve; amor que personaliza y orienta las mejores energías espirituales en el sentido de la vocación personal y comunitaria, que cada uno posee en el designio de Dios[1].
Amor que convoca e integra grupos, comunidades y pueblos. Amor que corrige, cuando es necesario; amor, en fin que es ternura y servicio.
Así, entendemos la segunda característica de esta pedagogía, se caracteriza por ser un diálogo de amor eterno, cercano (Is. 54, 8) y una enseñanza que alcanza a cada uno al interno de su comunidad: “Es una enseñanza que tiene como base el pleno respeto de la libertad de las personas” (Sal. 25, 4 y 71, 17)
Una tercer característica en la pedagogía de Dios se relaciona al objetivo que tiene en la vida del hombre, Dios desea que este descubra la gracia de la Salvación. Para ello el hombre debe convertir su vida.
-He escuchado el clamor de mi pueblo… (Ex. 3 – 9) Después de su escucha amorosa, Dios habla.
Su palabra es portadora de esperanza, se da como respuesta amorosa a la urgencia de Salvación.
Cuando Dios habla lo hace con signos, palabras y hechos estrechamente ligados a su propósito de salvación.
Para comunicarse se aprovecha de personas concretas e históricamente situadas, ayer, los profetas, hoy, nosotros.
Se dice, que esta pedagogía es paciente, respeta el ritmo de los pueblos, el devenir de su historia, la circunstancia de sus idas y venidas, a diferencia de la pedagogía que empleó Jesús que era más personal, la pedagogía de Dios insiste en lo comunitario, lo de todos.
Siempre la pedagogía de Dios está inmersa en una moral de lo bueno y aconsejable para todos[2]. En el caso de nuestra catequesis no debe descuidar los principios morales transferidos por la tradición de nuestra Iglesia a lo largo del tiempo.
Cada catequesis es, en sí misma, una continuación de esta pedagogía de Dios. Que trata de ser cercana a los otros, que busca formar comunidad, que no descuida la preocupación y la oración de todos los que forman el grupo hoy y ahora, y que en lo más explícito de su mensaje atiende a la vocación del hombre hacia la santidad inspirando su vida terrena de un hálito moral común para todos y necesario para concretar tal fin.
“SOMOS EN FUNCIÓN DE LOS OTROS COMO DIOS LO ES EN FUNCIÓN DE TODOS”
En próximas entregas abordaremos la experiencia de nuestra catequesis desde la dimensión de la pedagogía de Jesús, hermano, amigo y maestro de todos los hombres.

[1] CAL – Orientaciones para la catequesis en América Latina, párrafo 146.
[2] CAL – Orientaciones para la catequesis en América Latina, párrafo 150.
CUARESMA.

Estamos en Cuaresma, Señor, el tiempo de preparación para la Pascua.
El mismo mes que la naturaleza prepara el otoño,
nosotros preparamos la Pascua de Resurrección.

Tú enseñabas a los de tu tiempo que la norma está al servicio del hombre
y que el hombre no es esclavo de la ley,
porque los hijos de Dios no han de vivir como esclavos.

Estamos en tiempo de Cuaresma.
Deseo, Señor, para nosotros un otoño de crecer y madurar:
deseo para nosotros cabezas que sepan pensar,
corazones generosos para actuar
y conciencias responsables al decidir.

Que acojamos con generosidad las normas que son necesarias,
y no nos dejemos imponer obligaciones que nos esclavizan.
Así sea.

Directorio para la catequesis 1

  Directorio para la Catequesis. Capítulo 1 Terminamos rezando.