¿”Suerte, en pila”?
VI Domingo de Pascua.
(Jn 14, 15-21)
“Suerte, en pila”, es ya una expresión frecuente en nuestro medio, y también…en “ámbitos” cristianos. Con lo cual, surge la pregunta: ¿Cómo cristianos creemos en la suerte? ¿Es compatible con nuestra fe, la confianza en la suerte?.
Basado en la Palabra proclamada, me arriesgo a decir que creer en la suerte como factor de explicación de lo que sucede es regirse por los criterios del mundo. Moverse con los criterios de la fortuna y del éxito conlleva sucumbir a una mirada que no percibe la misteriosa acción del Espíritu Santo en nuestra historia. Es hacernos merecedores de la sentencia de Jesús, cuando se refiere al Espíritu Santo: “El mundo no puede recibirlo porque no lo percibe ni lo conoce”. Quién atribuye la marcha de la historia a la suerte o al mero esfuerzo personal, queda miope de percepción al Espíritu.
¨ ¿Has usado o usas, la expresión “Suerte, en pila”?
¿Qué tan arraigado está en ti lo que en el fondo expresa y dice acerca de quién y cómo conduce la historia?.
Hoy, Jesús nos recuerda la presencia del Espíritu Santo, vivo, operante entre nosotros. Qué hermoso lo que nos dice: “Yo le pediré al Padre que les dé otro abogado que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad…No los dejaré desamparados, volveré”. Qué hermoso sentirnos protegidos, cuidados, por su presencia. Vivimos, como dice el salmo, “al amparo de Dios”.
¨ ¿Te percibes “amparado”, protegido, por Dios?
¨ ¿De dónde viene entonces la falta de percepción del Espíritu?
Jesús nos da la clave para percibirlo: “Ustedes, en cambio, lo conocen, porque vive ya con ustedes y está entre ustedes”.
Percibir al Espíritu, seguro es mucho don de Dios, pero sobretodo haber hecho la experiencia de que en nuestra vida hay situaciones en que hubo mucho más que suerte y buena fortuna. Hubo un “no se qué” (solemos decir) que provocó cosas “inexplicables”:
- ¿Qué hizo que aquel/lla joven soportara la crisis de sentido y pidiera ayuda?
- ¿Qué hizo que aquel/lla joven por naturaleza tímido e introvertido lograra expresarse y liberarse
cuando todos los caminos se cerraban?
- ¿Qué hizo que aquel/lla joven lograra decir las palabras que jamás imaginó poder expresar para
encontrar caminos de liberación?
- ¿Qué explica esa palabra tan oportuna dada en medio de momentos de mucha agitación y
tensión, y que sostuvo, guió y amparó a quien la necesitaba?
- ¿Qué explica que aquella persona se atravesara en el camino de aquella otra que justo la
necesitaba?
- ¿Qué explica que en momentos en que tocamos fondo seamos impulsados por una fuerza que no
sabemos de donde proviene?
- ¿Qué explica que aquél el más débil, sea el más valiente cuando las “papas queman”?
- ¿Qué explica que se entregue la vida y en ocasiones de manera violenta?.
¨ ¿Te identificas con alguna de éstas situaciones?
¿Con cuál/es? Revísala, pásala por el corazón. ¿Qué otras puedes agregar?
Por esto, creo firmemente que la suerte no es en lo más mínimo un factor explicativo válido del devenir de nuestra historia, de lo que nos va pasando.
Pues bien. No creo en la suerte, ni “a secas, ni en pila”. Sí, “creo pila en el Espíritu Santo”.
¨ ¿Cómo te suena eso de “creer pila en el Espíritu Santo” en vez de “suerte en pila”?
¿Qué expresión podrías crearte para expresar este “pasaje” de expresión?.
Te comparto, e invito a que culminemos rezando, una oración que hace ya mucho rezo diariamente y cuando hay circunstancias especiales me ayuda a pedir la asistencia, la defensa, del Espíritu Santo:
“Oh Rey Celestial Consolador, Espíritu de la Verdad,
que estás presente en todas partes y lo llenas todo;
Tesoro de Vida y dador de Bienes, ven y mora en nosotros,
purifica nuestras manchas y llena nuestra almas tú que eres Bondad.
Amén.
Rega.
(Raúl Esteban García Aparicio sdb)
"Por favor, perdón y gracias. Tres palabras mágicas para la vida y el corazón"
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